En medio de las vacaciones escolares, el Museo Bebeleche ha abierto sus puertas a nuevas actividades que van más allá del entretenimiento. El espacio ofrece un programa que combina juego, ciencia y aprendizaje, pensado para niñas, niños y adolescentes, sin dejar de lado la participación de personas adultas.
Durante estas semanas, grupos escolares y visitantes en general han podido experimentar dinámicas que mezclan tecnología, naturaleza y creatividad. Desde la observación astronómica con telescopios, hasta competencias de carritos armados con piezas LEGO y controlados por dispositivos móviles, las propuestas buscan generar interés por la ciencia de manera accesible.
Otra de las actividades que ha llamado la atención es el taller sobre hongos, donde se enseña a reconocerlos, conocer su función ecológica y aprender a cuidarlos en casa. Esta experiencia ha generado curiosidad entre los asistentes más jóvenes, quienes interactúan directamente con elementos vivos, guiados por personal capacitado.
Además de las actividades para visitantes, el museo cuenta con la participación de estudiantes de preparatoria que realizan su servicio social en el recinto. Su colaboración incluye el acompañamiento a niñas y niños en las actividades, así como el diseño y ejecución de dinámicas educativas. Para varios de estos jóvenes, estar en el museo representa una forma de vincularse con su entorno, mantenerse activos y adquirir herramientas emocionales que les permiten sobrellevar situaciones como la ansiedad o el aislamiento social.
Como parte de su agenda de verano, el Museo Bebeleche también prepara un campamento que se llevará a cabo del 21 de julio al 15 de agosto. El programa incluirá actividades científicas, lúdicas y artísticas, con el objetivo de ofrecer un espacio seguro y estimulante durante el receso escolar.
El museo mantiene abiertas sus puertas a todo público e invita a las familias a integrarse a sus propuestas como una opción distinta de convivencia y aprendizaje durante las vacaciones.