Estados Unidos cerró temporalmente su frontera a la exportación de ganado mexicano en pie, una medida que afecta directamente a estados ganaderos como Durango. La decisión, tomada por el Departamento de Agricultura de ese país, estará vigente durante 15 días y busca revisar la estrategia conjunta contra el gusano barrenador del ganado, una plaga detectada recientemente en el sur de México.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) lamentó la suspensión, pero confirmó que se mantendrá el paso únicamente del ganado previamente inspeccionado. En lo que va del año, Durango ha exportado 57,714 cabezas de ganado, pero tuvo que regresar 1,200, y el volumen representa apenas una tercera parte de lo exportado en años anteriores. El impacto económico ya es visible en la región.
Hasta el momento, en Durango no se han detectado casos de gusano barrenador. Sin embargo, los productores enfrentan complicaciones por las restricciones impuestas, a pesar de mantener condiciones sanitarias estables.
En el primer cierre de frontera por el gusano barrenador, Durango sufrió pérdidas económicas significativas, principalmente en el sector ganadero. Se estima que se dejaron de exportar cerca de 50,000 cabezas de ganado, lo que representó un costo aproximado de 560 millones de pesos.
El gusano barrenador representa un riesgo sanitario. La mosca responsable deposita sus larvas en heridas abiertas de animales, provocando miasis, una infección que destruye tejido vivo. Los animales afectados presentan fiebre, inapetencia y debilidad. Aunque es prevenible, su presencia obliga a medidas restrictivas que afectan directamente al comercio internacional.
La suspensión temporal expone la necesidad de reforzar controles sanitarios y coordinación binacional para evitar afectaciones prolongadas al sector ganadero.