Las oficinas de la Delegación de Programas Sociales de Bienestar en Durango continúan cerradas por un conflicto interno que ha derivado en la toma del inmueble, afectando directamente a personas que buscan acceder a apoyos federales.
El diputado local Héctor Herrera pidió a las partes involucradas retomar el diálogo para liberar el espacio, ante el impacto que ha generado la interrupción del servicio. Señaló que se trata de una situación que no puede prolongarse más, ya que los trámites están detenidos y los ciudadanos siguen esperando respuestas.
"Ya son muchos días con las oficinas cerradas. Las personas necesitan atención, muchos vienen de comunidades alejadas y se regresan sin solución", declaró el legislador. Por ello, insistió en que el conflicto debe resolverse mediante acuerdos y sin confrontaciones.
El bloqueo afecta tanto la operación administrativa como la atención al público. Usuarios que intentan renovar su inscripción a programas sociales o aclarar situaciones relacionadas con apoyos económicos han sido regresados sin recibir orientación.
Hasta el momento, las autoridades federales no han informado con claridad sobre los motivos del cierre ni sobre el avance de las negociaciones. Sin embargo, se sabe que el conflicto involucra diferencias entre trabajadores y funcionarios de la delegación.
Herrera consideró que la falta de información oficial ha generado desconfianza entre los beneficiarios y ha dado lugar a versiones que confunden más de lo que aclaran. Por ello, urgió a la delegación a transparentar la situación y dar certidumbre a la población.
El legislador también hizo un llamado al Gobierno Federal para que intervenga directamente y garantice el funcionamiento regular de las oficinas en Durango, ya que se trata de una estructura clave para el reparto de apoyos sociales en el estado.
Mientras tanto, cientos de ciudadanos permanecen en la incertidumbre, sin saber cuándo podrán acceder nuevamente a los trámites que requieren.