En un recorrido por distintas estaciones de servicio en la capital duranguense, pudimos constatar que el precio de la gasolina continúa siendo un fuerte golpe al bolsillo de los ciudadanos. Actualmente, el litro de gasolina regular ronda entre los $23.50 y $24.30 pesos, mientras que la premium supera los $25 pesos en algunas estaciones, lo que ha generado molestia e inconformidad entre los automovilistas.
Durante este sondeo, varios conductores expresaron su preocupación ante el alto costo del combustible. "Está por los cielos, ya no se puede ni llenar el tanque sin que te duela el gasto. Tengo familia y es muy difícil cubrir todos los gastos cuando gran parte del dinero se va en gasolina", comentó Arturo Ramírez, conductor de un vehículo de seis cilindros.
Otra conductora, Mariana López, explicó que ha optado por llenar completamente su tanque cada vez que puede, aunque eso signifique un golpe más fuerte en el momento. "Prefiero llenarlo de una vez y olvidarme por unos días, porque estar cargando poquito cada semana también representa un gasto constante y no se siente que rinda", dijo.
La mayoría de los vehículos observados durante el recorrido eran de cuatro o seis cilindros, lo cual implica un consumo moderado a alto de gasolina. Sin embargo, los testimonios recabados coincidieron en que, independientemente del tipo de motor, llenar el tanque se ha vuelto un lujo que cada vez cuesta más trabajo costear.
"Antes uno se esperaba a que bajara el precio, pero ahora ya ni eso. Cada año sube más, y parece que así se va a quedar. No hay respiro para el ciudadano común", lamentó otro automovilista.
La situación refleja una creciente frustración social, ante un servicio esencial que continúa encareciéndose sin que los ingresos de las familias se ajusten en la misma proporción. Mientras tanto, los duranguenses siguen buscando estrategias para sobrevivir ante un panorama económico cada vez más incierto.