La depresión en adultos mayores de Durango enfrenta un agravante: el abandono. Según el Instituto de Salud Mental del Estado, uno de cada cinco adultos mayores vive con síntomas depresivos, cifra que alcanza el 30?% en algunos reportes.
En muchos casos, las personas de edad avanzada enfrentan esta etapa sin una red de apoyo estable. La ausencia de familiares cercanos, la pérdida de vínculos sociales y la falta de atención básica en el hogar contribuyen al aislamiento. Estas condiciones generan un entorno donde la tristeza persistente y la sensación de inutilidad se vuelven frecuentes.
Este contexto eleva el riesgo de episodios depresivos, pues psicológicamente reduce la autoestima y deteriora la salud emocional. La jubilación, la dependencia física y la falta de interacción social agravan el problema. A ello se suman factores biológicos, como los desequilibrios químicos que afectan la regulación del estado de ánimo.
La falta de atención oportuna puede desencadenar deterioro cognitivo, empeorar enfermedades crónicas y, en casos extremos, conducir al suicidio. El diagnóstico temprano a través de herramientas como la Escala de Depresión Geriátrica (GDS) facilita la intervención, aunque su aplicación aún es limitada en servicios de salud primaria.
El DIF Estatal recibe entre 3 y 4 reportes semanales por omisión de cuidados. También ha iniciado brigadas para atender casos directamente en domicilio, ofreciendo atención médica y psicológica.
La depresión ligada al abandono es una problemática en aumento. Especialistas coinciden en que la intervención comunitaria y la atención constante son esenciales para reducir su impacto.