Protección Civil pide a padres evitar pirotecnia en manos infantiles

La alegría de los cuetes puede tener un final trágico en cuestión de segundos, especialmente cuando las manos que los encienden son pequeñas e inexpertas. Con la temporada de festividades en su punto más álgido, las autoridades de Protección Civil han lanzado un llamado urgente y enfático a los padres de familia, instándolos a ser los principales vigilantes y a erradicar por completo el uso de pirotecnia entre los menores, una práctica que cada año deja lamentos en lugar de festejos.

El director municipal de Protección Civil, Gustavo Paredes, fue contundente al reiterar que las recomendaciones de seguridad no son negociables y se reforzarán durante todo el periodo vacacional. El mensaje central está dirigido directamente a los padres y madres de familia, a quienes se les encomienda la responsabilidad primordial de vigilar y, sobre todo, restringir el acceso de los niños a cualquier tipo de artefacto pirotécnico.

Paredes aclaró que la postura oficial es tajante: lo más recomendable y seguro es que los menores no manipulen pólvora bajo ninguna circunstancia. No existen "artificios inofensivos" o de "bajo poder" cuando se trata de niños; cualquier producto, por sencillo que parezca, puede causar quemaduras severas, lesiones oculares irreversibles o incluso desencadenar incendios.

El exhorto a la ciudadanía va más allá de la simple vigilancia. El funcionario pidió activamente que se evite regalar estos productos a niñas y niños como parte de los aguinaldos o obsequios navideños. Subrayó que normalizar este regalo es el primer paso hacia un accidente, y que la mejor política es la prevención absoluta, eliminando por completo la pirotecnia de las manos infantiles.

Este llamado se realiza en el contexto de una temporada donde la tradición y el riesgo suelen confundirse. Protección Civil busca cambiar ese paradigma, recordando que la verdadera celebración está en la convivencia segura, y que el deber de los adultos es garantizar que los recuerdos de la infancia navideña estén llenos de alegría, y no de visitas a los servicios de urgencia por quemaduras evitables.