El mercado Gómez, uno de los más tradicionales de la ciudad de Durango, atraviesa por una severa crisis comercial. Locatarios reportan una preocupante disminución en las ventas, incluso durante temporadas altas como Semana Santa, situación que atribuyen principalmente a la inseguridad y al abandono por parte del gobierno municipal.
Fernando Serrano, dirigente de la Unión de Locatarios, señaló que ni siquiera se alcanzó el 50 por ciento de las ventas esperadas en días clave. "La verdad, estuvo muy lamentable. No hubo nada de gente. Ni turistas ni paisanos, y eso que antes esta temporada nos ayudaba a salir un poco adelante", expresó.
Uno de los factores que más ha impactado en la actividad económica del mercado es la creciente percepción de inseguridad en la ciudad, lo que ha provocado que incluso personas que utilizaban a Durango como paso hacia Mazatlán eviten transitar por la zona. "La gente ya no quiere ni pasar por aquí", lamentó Serrano.
Además, criticó duramente la falta de apoyo institucional. "No hay ningún respaldo del municipio, ni en permisos, ni en incentivos. Hay mucho ambulantaje ilegal; mucho ratero, los detienen y al día siguiente ya están aquí otra vez, lo que genera más desconfianza entre los clientes", explicó.
A pesar de las condiciones adversas, los locatarios han logrado mantener abiertos sus negocios, aunque con grandes dificultades. "Seguimos saliendo al día, pero sin repuntar. Necesitamos que se recupere la confianza en este espacio. Queremos que la gente regrese, que se sienta segura y que vuelva a ver al mercado Gómez como un lugar digno para comprar", concluyó Serrano.
