La temporada invernal trae consigo un incremento de enfermedades respiratorias, entre las cuales destacan la influenza, que afecta a millones de personas cada año, y otras enfermedades que se creían erradicadas, como el sarampión, la viruela y la difteria. Estos brotes resurgidos ponen en riesgo a la población, especialmente a niños, adultos mayores y personas con sistemas inmunitarios comprometidos.
Este resurgimiento tiene su origen en varios factores, siendo uno de los principales la disminución de la cobertura de vacunación en ciertos sectores de la población. A pesar de los avances médicos que han permitido el control de muchas de estas enfermedades, siguen representando una amenaza para la salud pública.
La vacunación es la estrategia más eficaz para prevenir enfermedades graves, hospitalizaciones y muertes asociadas. En México, el Esquema Nacional de Vacunación incluye vacunas esenciales como las de Hepatitis B, Poliomielitis Sabin, Influenza, entre otras, que se aplican de manera obligatoria para garantizar la protección individual y colectiva.
Es crucial que cada persona mantenga su esquema de vacunación actualizado. No solo se protege uno mismo, sino que también se contribuye a la inmunidad colectiva, protegiendo a los más vulnerables. Las campañas de vacunación, especialmente durante el invierno, son clave para evitar complicaciones graves y frenar la propagación de virus peligrosos.
El compromiso con la salud colectiva comienza con una decisión informada y responsable. La vacunación es una medida preventiva esencial para proteger a toda la comunidad.