La exigencia extrema en el ámbito laboral, que empuja a los trabajadores al límite hasta quebrar su estabilidad mental, es una práctica que debe quedar en el pasado. En México, un alarmante 25% de la población enfrenta desafíos relacionados con la salud mental, siendo el ambiente de trabajo un factor que puede detonar o intensificar estas condiciones. La respuesta a esta crisis ha tomado forma legislativa, buscando equilibrar las demandas laborales con el bienestar de los empleados. La Norma Oficial Mexicana NOM-035 se erige como un faro de cambio, destinado a mejorar el entorno laboral.
Esta normativa tiene el propósito de identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial en el trabajo, obligando a las empresas a cultivar un ambiente saludable para sus trabajadores. Además, establece un marco para asesorar de manera efectiva a aquellas empresas que enfrentan quejas en este ámbito.
Según la Organización Mundial de la Salud, el 15% de la población activa mundial sufre algún tipo de trastorno mental, resaltando la importancia de que tanto trabajadores como empresas aborden estas cuestiones con seriedad. Las grandes corporaciones, en particular, deben liderar el camino hacia la implementación de prácticas laborales saludables.
Sin embargo, la NOM-035 se centra principalmente en las empresas formalmente establecidas, dejando un vacío en lo que respecta a la vasta mayoría de la fuerza laboral que opera en la economía informal. Este sector, donde la protección regulatoria en materia de salud y seguridad es prácticamente inexistente, representa un desafío monumental. La tarea pendiente es desarrollar estrategias inclusivas que abarquen a todos los trabajadores, independientemente del marco legal bajo el cual operen.
La implementación de la NOM-035 no es solo un paso adelante en la protección de la salud mental en el trabajo; es un llamado a la acción para que las empresas, la sociedad y el gobierno trabajen juntos en la creación de un futuro laboral donde el bienestar de los empleados sea una prioridad indiscutible. En este esfuerzo, el reconocimiento y la adaptación a las necesidades de aquellos en la economía informal se presenta como el próximo gran desafío a superar.