La crisis hídrica que afecta al estado de Durango se recrudece, particularmente en la región que abarca la Unión Ganadera Regional de Durango (UGRD), donde las condiciones climatológicas han sido severas en los últimos años. Así lo dio a conocer Rogelio Soto, presidente de la UGRD, quien advirtió que la problemática se repite año con año, aunque en esta ocasión la situación es aún más crítica debido a la escasez prolongada de lluvias.
La zona como la Sierra depende en gran medida de precipitaciones abundantes para que los bordos de abrevadero, fuentes esenciales de agua para el ganado, puedan captar y almacenar el vital líquido. A diferencia de otras regiones del estado, donde existen pozos pecuarios con extracción constante de agua, en esta área la disponibilidad hídrica es limitada y no se cuenta con una infraestructura robusta para garantizar el abasto.
El impacto de la sequía no solo afecta al sector ganadero. En municipios como Rodeo, Nazas, San Pedro del Gallo, San Luis del Cordero, San Juan de Guadalupe, Santa Clara, Simón Bolívar y Cuencamé, la falta de agua también compromete el consumo humano. En el caso específico de Cuencamé, incluso la cabecera municipal enfrenta actualmente una grave escasez del recurso.
Las cifras son alarmantes: al menos un 60% de los bordos de abrevadero en la región están completamente secos. Esta situación se ha visto agravada por las altas temperaturas, que en promedio oscilan entre los 28 y 30 grados centígrados. No obstante, el año pasado se registraron temperaturas récord que alcanzaron los 38 a 40 grados, lo que intensificó la evaporación y la demanda de agua.
El presidente de la UGRD hizo un llamado a las autoridades estatales y federales para que se implementen medidas urgentes que permitan mitigar los efectos de esta sequía, la cual pone en riesgo no solo la economía de cientos de familias ganaderas, sino también la salud y el bienestar de toda la población de esta región semidesértica.
