Riesgos viales y bloqueos afectan logística,
comercio y movilidad de todo el país.
Durante los meses de noviembre y diciembre, distintas regiones del país han experimentado un notable incremento en los problemas de seguridad, generando un impacto considerable en transportistas, productores agrícolas y comunidades completas que dependen de la movilidad terrestre para sus actividades diarias. Las carreteras, especialmente en zonas productivas y rutas de carga, han sido escenario de diversos incidentes que han elevado la preocupación entre quienes dependen del traslado continuo de mercancías y productos del campo.
Frente a esta situación, grupos de campesinos y operadores del transporte de carga han decidido organizar bloqueos masivos como una forma de presión para exigir condiciones que garanticen su seguridad, así como la regulación de precios que les permita mantener la viabilidad económica de su trabajo.

Estas acciones han sido una respuesta directa a los riesgos crecientes en las vías de comunicación, donde la inseguridad ha afectado tanto a los trabajadores como a empresas y centros de distribución.
Los bloqueos han provocado retrasos de gran alcance en la circulación vehicular, obligando a realizar desvíos extensos y generando un aumento en los tiempos de traslado. Esto ha repercutido de forma negativa en los procesos logísticos, el transporte de mercancías y la actividad comercial en general. Industrias como la alimentaria, manufacturera y de exportación han registrado afectaciones al no poder garantizar entregas en tiempo y forma, lo que impacta también en cadenas de suministro nacionales e internacionales.

Esta problemática no solo pone en evidencia la vulnerabilidad de las carreteras ante incidentes delictivos, sino que también resalta la urgencia de fortalecer las estrategias de seguridad y vigilancia en las rutas más transitadas. Asimismo, subraya la importancia de atender de manera integral las demandas de los sectores productivos, quienes requieren condiciones estables para continuar operando sin poner en riesgo su integridad física ni su estabilidad económica.