México vive una crisis humanitaria marcada por más de 131 mil personas desaparecidas, 5,696 fosas clandestinas y más de 72 mil cuerpos sin identificar. Las familias, sumidas en el dolor, enfrentan la indiferencia estatal y encabezan la búsqueda con pocos recursos. La falta de justicia y verdad convierte cada fosa hallada en un testimonio del fracaso institucional frente a la violencia.
México enfrenta una de las crisis humanitarias más graves de su historia, la desaparición masiva de personas y la proliferación de fosas clandestinas. La tragedia de los desaparecidos en México no para de crecer. Ya hay 131,316 casos, y cada uno significa mucho dolor para las familias que siguen sin respuestas.
"Yo no soy víctima, no me considero una víctima, me considero una sobreviviente del asesinato y desaparición de mi hijo Carlos Antonio Arredondo? resuena con eco la voz de una madre que, desde el dolor, ha transformado su tragedia en lucha.
Desde 2007 en México ha registrado el hallazgo de 5,696 fosas clandestinas y más de 72,100 cuerpos sin identificar, Según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas
Lo más desgarrador no es solo perder a alguien, es encontrarlo enterrado en una fosa clandestina, inhumado sin dignidad, como si su vida y su muerte no valieran nada. No solo los matan con toda la hazaña, quieren desaparecerlos de la faz de la tierra. Ni siquiera les permiten una tumba a la cual llorarles.
"Que pueden hacer las autoridades para frenar esto, no creo que mucho se les fue de las manos repeler a la violencia, con abrazos o con pláticas o con no. no se puede no nos lleva nada" Charlin Unger- integrante colectivo Guerreras Buscadoras
En Jalisco y Tamaulipas se han hallado restos humanos y hornos clandestinos ligados al crimen organizado. Detrás de cada víctima hay una familia que sufre. Aunque el gobierno promete acción, son los colectivos quienes, con poco apoyo, hacen la verdadera búsqueda.
La respuesta de las autoridades ante la crisis de desapariciones ha sido, en gran medida, limitada e ineficaz. La falta de acciones concretas, la burocracia institucional y la dispersión de esfuerzos han dificultado el acceso a la justicia, haciendo aún más doloroso el proceso para las familias que buscan a sus seres queridos.
"Nuestro país va en picada y derecho a que se borren la justicia y democracia desencantada. Si rabia, no mucha tristeza, mucha tristeza, mucha fuerza, clandestina, mucha corrupción, mucha indiferencia, ese es mi comentario" Charlin Unger- integrante colectivo Guerreras Buscadoras
Y mientras no se reconozca la magnitud de esta crisis con verdad, justicia y reparación, cada fosa nueva será una prueba más de que la violencia, en México, sigue teniendo terreno fértil.