Han pasado cuatro años de la desaparición de su hijo Jesús Gabriel

Jesús Gabriel tiene más de cuatro años desaparecido, pero su madre

lo sigue buscando porque ha sido su promesa. 

María del Rosario Gutiérrez vive una historia marcada por el dolor, la ausencia y la esperanza. Desde hace 4 años, 4 meses y 20 días busca a su hijo, Jesús Gabriel López, quien desapareció a los 28 años de edad.

Cada día, desde aquella fecha en que su mundo cambió, María del Rosario se levanta con el mismo propósito: encontrar a su hijo. La incertidumbre se ha convertido en su compañera constante, y aunque el tiempo avanza, el dolor no disminuye.

Jesús Gabriel era estudiante de Ingeniería Civil. Tenía una vida por delante y muchas amistades, que hoy, como señala su madre, "brillan por su ausencia". El vacío que dejó su desaparición no sólo se siente en su hogar, sino también en los rincones de una sociedad que ha normalizado el sufrimiento de las familias buscadoras.

 "Él es todo, era todo en el hogar, el bromista como te digo, el que nos movía, el que nos levantaba, el que hace falta y va a hacer falta siempre, el que me va a doler desde el primer día hasta ahorita, la gente te puede decir que ya pasaron muchos años, pero duele como el primer día" señaló María del Rosario, madre de Jesús Gabriel López.

ESTA ES UNA HISTORIA QUE DEBE SER CONTADA 

La historia de María del Rosario no es la única. Es una más entre miles. Es el reflejo del rostro humano detrás de las cifras de personas desaparecidas en México. Es testimonio de cómo la inseguridad ha dejado huellas imborrables en quienes han perdido lo más valioso: a un ser amado.

"me pasó a mi siendo que mi hijo era un hombre trabajador, un joven alegre, un joven padre de familia, obligado, que se la llevaba en su casa, del trabajo a su casa, obvio era fiestero y donde quiera andaba, pero a cualquiera nos puede pasar, mi hijo era universitario, puede pasar y ha pasado en personas" comentó.

María no deja de rezar cada día, esperando que la vida le devuelva a su hijo. Y mientras tanto, sigue caminando, buscando, alzando la voz en un país donde la ausencia también duele en silencio.