De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 1.2% de las personas involucradas en accidentes de tránsito resultan ser víctimas mortales, mientras que un 24% sufren lesiones. Estas cifras reflejan una realidad persistente en las vialidades del país, donde, a pesar de los avances en seguridad, los siniestros viales continúan cobrando vidas y dejando secuelas.
Desde 1997, el INEGI ha llevado un registro detallado de los accidentes de tránsito ocurridos en territorio nacional. El año 2006 se destacó por registrar el mayor número de accidentes, mientras que 2009 fue el más letal, con un total de 7,635 víctimas mortales, lo que equivale a un promedio de 21 muertes por día. Por otro lado, el año con menor número de accidentes fue 2020, influido directamente por la reducción de la movilidad durante la pandemia por COVID-19.
Un dato alentador es la disminución gradual en el porcentaje de muertes por accidentes viales. En 1997, el 2.4% de las personas involucradas en estos incidentes fallecieron, cifra que se redujo a 1.2% en 2021. Esta tendencia podría atribuirse a múltiples factores, como mejoras en las condiciones de las vías, mayor concienciación sobre el uso del cinturón de seguridad, y avances en los sistemas de seguridad automotriz.
A pesar de esta reducción, las muertes en accidentes viales siguen siendo una preocupación. En los últimos cinco años, el promedio diario de fallecimientos por esta causa se mantiene en 11 personas.
Otro factor crítico es el consumo de alcohol. En 2021, de los 340,415 accidentes registrados, se comprobó que 17,869 estuvieron relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas. Además, en 99,898 casos no se pudo confirmar ni descartar esta relación, lo que sugiere que el alcohol podría estar implicado en una proporción aún mayor de los accidentes.