El pasado 25 de noviembre se presentó el programa Sectorial de las Mujeres 2025-2030 que parte de una lógica sistemática y estructural y se apega al marco de derechos humanos, son embargo el éxito dependerá de convertir los objetivos en realidades a través de acciones donde se priorice el presupuesto real.
Este será uno de los instrumentos de política pública más relevantes para las agendas de igualdad sustantiva y la erradicación de las violencias basadas en género, Sonora tiene sus grandes pendientes.

La realidad acerca de la desigualdad estructural de género en nuestro país sigue siendo marcada y no se ha alcanzado la igualdad, ni la protección, ni la garantía de la seguridad en las mujeres. El diagnóstico es contundente, reconoce pese a los avances normativos e institucionales de las últimas décadas que la dirección que va hacia la igualdad sigue siendo fragmentada, tiene sus huecos y líneas dispersas, que no han logrado unirse en una sola para dar dirección a una misma meta.
A pesar de las actividades de impulso a la voz de las mujeres para ser escuchadas y respetadas, las brechas profundas siguen presentes en el ejercicio de los derechos sociales y económicos, principalmente en salud, participación laboral, cuidados, autonomía económica, con impactos diferenciados para mujeres.
