Ian David Karslake Watkins, exvocalista de la banda Lostprophets, falleció la mañana del 11 de octubre de 2025 dentro de la prisión de alta seguridad HMP Wakefield, en West Yorkshire (Inglaterra), tras ser apuñalado por otro interno. Watkins tenía 48 años.
Watkins fue condenado en 2013 a 29 años de prisión (más seis años bajo licencia supervisada) por múltiples delitos relacionados con abuso de menores, incluyendo intento de violación de un bebé, agresiones sexuales a niños y posesión de material ilegal. Durante su sentencia, también fue sancionado con meses adicionales por posesión de un teléfono móvil dentro del penal.
Su muerte ha desatado una investigación por parte de la policía de West Yorkshire en colaboración con equipos de homicidio. Las autoridades penitenciarias declararon que el ataque fue reportado por el personal del centro y que Watkins fue hallado con heridas graves; las labores de emergencia no lograron salvarlo.
Sus compañeros de Lostprophets habían disuelto la banda antes del juicio. La repercusión del caso generó uno de los escándalos más dramáticos en la historia del rock británico: Watkins pasó de ser figura musical destacada a símbolo de uno de los crímenes más repudiados por la sociedad.
El asesinato en prisión evidencia retos de seguridad en el sistema penitenciario y el peligro que enfrentan reclusos de perfil muy conocido, incluso entre quienes han sido condenados por crímenes atroces. Su muerte marca un capítulo final sombrío en una vida que quedará en el recuerdo como una advertencia de hasta dónde puede caer alguien que traiciona su fama con actos impensables.