La erección del Estado de Guerrero, ocurrida el 27 de octubre de 1849, representa un hecho histórico fundamental para los ciudadanos guerrerenses, porque marcó el nacimiento político y administrativo de una entidad con identidad propia dentro de la República Mexicana.
Guerrero nació como una división territorial, pero también como una expresión del esfuerzo de diversos pueblos que compartían historia, cultura y luchas comunes, especialmente las protagonizadas por héroes como Vicente Guerrero, símbolo de la independencia y la justicia social.
Para algunos ciudadanos, la erección del estado significó que sus habitantes pudieron tener su propio gobierno, leyes e instituciones, lo que permitió atender mejor las necesidades locales con recursos propios y no depender de México, Puebla y Michoacán, territorios de los que se separó.
No obstante, para muchos ciudadanos la fecha solo conmemora un hecho del pasado, sin reflexionar sobre los retos que persisten: en desarrollo, justicia social, seguridad y preservación cultural.
Celebrar la erección del Estado de Guerrero es también un permanente compromiso de construir una sociedad más equitativa y participativa, porque este estado sigue siendo uno de los que tiene menor desarrollo pese a tener 175 años de su creación.