El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este martes una advertencia directa al líder supremo de Irán, Ali Jameneí, al asegurar que conoce su paradero exacto, aunque por el momento ha descartado ordenar su eliminación.
A través de un mensaje publicado en la red Truth Social, el mandatario dijo que Jameneí es "un blanco fácil", pero que no tiene intención de matarlo "al menos por ahora".
"Sabemos exactamente dónde se esconde el llamado "Líder Supremo". Es un blanco fácil, pero allí está a salvo", escribió Trump. En otro mensaje más contundente, añadió: "¡RENDIMIENTO INCONDICIONAL!". El mandatario afirmó que su país tiene el control total del espacio aéreo iraní y que dispone de tecnología superior para el rastreo de objetivos, lo que le da ventaja en caso de una eventual ofensiva.
El presidente también dejó en claro que no busca una escalada que ponga en peligro a civiles o militares estadounidenses. "No quiero que se disparen misiles contra civiles ni soldados estadounidenses. Pero mi paciencia se está agotando", advirtió.
Estas declaraciones se dan en medio de un conflicto armado entre Israel e Irán, que ha dejado hasta el momento más de 200 muertos en territorio iraní, incluidos numerosos civiles. En Israel, se reportan al menos 24 personas fallecidas tras los ataques con misiles iraníes.
El conflicto se intensificó tras el bombardeo israelí del pasado viernes contra instalaciones nucleares y objetivos militares en Irán. Desde entonces, ambos países han intercambiado ofensivas. Aunque Estados Unidos ha negado tener una participación directa en los ataques, Trump ha insinuado que la acción israelí responde a la falta de avances en un acuerdo nuclear con Teherán.
En este contexto, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, también declaró que su país hará "lo que sea necesario", cuando se le preguntó si buscarán asesinar al líder supremo iraní.
Trump, que abandonó abruptamente la cumbre del G7 en Canadá para regresar a Washington, se reunió de inmediato con su equipo de Seguridad Nacional para analizar la situación en Medio Oriente. Aunque no se han anunciado acciones concretas, sus declaraciones sugieren que Estados Unidos podría cambiar de postura si la tensión escala aún más.