El pasado domingo 15 de junio se llevó a cabo la edición número 29 de la tradicional carrera "Can-Am Coyote 300" 2025, una de las más esperadas del circuito off-road en Baja California Sur. En esta edición participaron 44 motocicletas y 177 vehículos, recorriendo una ruta de 330 kilómetros a través de brechas del municipio paceño.
Durante el desarrollo de la justa deportiva, se presentaron múltiples incidencias, desde percances menores hasta accidentes de gravedad. De hecho, poco más del 50% de los competidores logró concluir la carrera, lo que evidenció lo desafiante del trayecto.
Uno de los hechos más lamentables ocurrió a la altura del Rancho La Fragua, en la zona de Vinoramas y Márquez de León, cuando el Trophy Truck número 26, conducido por Pedro Acosta, no logró maniobrar una curva y se impactó contra una pared donde se encontraba un grupo de espectadores. Un menor de 13 años fue atropellado en el incidente, provocando momentos de pánico entre los asistentes.
El adolescente fue trasladado de inmediato en código rojo al Hospital General Juan María de Salvatierra, con diagnóstico de traumatismo craneoencefálico moderado y fractura de pelvis. "El menor está en condición grave, pero estable. La fractura de pelvis ha sido catalogada como no quirúrgica por el momento, esperando una evolución favorable", explicó Ana Luisa Guluarte, titular de la Secretaría de Salud del estado.
Por su parte, el director de ProBaja, Manolo Núñez, aseguró que el evento cumplió con los protocolos de seguridad establecidos, y confirmó que el seguro del evento fue activado inmediatamente tras el accidente. "Todo está en función de que el muchachito esté siendo atendido. El seguro está activo y responderá por los daños", afirmó Núñez en entrevista telefónica.
El comité organizador también destacó que se contó con atención prehospitalaria adecuada, ambulancias y equipos de paramédicos distribuidos a lo largo de la ruta.
Sin embargo, la gravedad del incidente encendió las alertas sobre la seguridad de los aficionados que se colocan en zonas de alto riesgo. Por ello, la alcaldesa de La Paz, Milena Quiroga Romero, hizo un llamado a reforzar los compromisos y protocolos de los organizadores de estos eventos. "Tenemos que garantizar la seguridad del evento, identificar los puntos de mayor riesgo y restringir el acceso en esas áreas. Además, los organizadores deben supervisar y asegurarse de que se cumplan esas medidas", enfatizó.
El trágico accidente reabre el debate sobre los retos de seguridad en carreras off-road, donde, si bien existe una alta afición y participación, también se pone en juego la integridad física de los asistentes y competidores. Autoridades y organizadores coinciden en que no se trata de prohibir este tipo de competencias, sino de organizarlas bajo mayores medidas de prevención y conciencia ciudadana.