La reciente prohibición de corridos en algunos estados del país generó inconformidad entre músicos sudcalifornianos, quienes advierten que esta medida no resolverá el problema de la violencia. Jared Ocampo, compositor e intérprete del regional mexicano con cinco años de trayectoria, señaló que esta decisión impacta directamente a la comunidad artística, sin ofrecer resultados reales en materia de seguridad.
Originario de Baja California Sur, Ocampo explicó que los corridos forman parte de una identidad cultural profundamente arraigada en el estado y en todo el país. A su juicio, más que promover la violencia, este género musical refleja realidades sociales que las propias autoridades han dejado crecer.
"La prohibición de los corridos ha afectado, sí, a los músicos, compositores, cantautores, pero no va a detener nada la violencia. La violencia la tiene que detener el mismo gobierno", expresó.
Aunque reconoce que la música puede influir en la percepción de la sociedad, Ocampo considera que no se le puede responsabilizar por fenómenos complejos como la inseguridad. Insiste en que la solución no está en la censura, sino en atender las causas estructurales del problema: la corrupción, la impunidad y la falta de atención gubernamental.
"El combate a la delincuencia requiere acciones de fondo, no medidas simbólicas que solo afectan a quienes se dedican al arte y la cultura", agregó.
Músicos como Ocampo llaman a las autoridades a asumir su responsabilidad y evitar decisiones que criminalicen expresiones culturales, sin atacar de raíz la problemática social que alimenta la violencia en el país.