Desde el pasado 17 de junio, la ciudad de La Paz cuenta con su primer bebedero público de agua potable gratuita, instalado en la zona del malecón y que ofrece hasta 500 litros diarios para uso de la comunidad y turistas.
El proyecto forma parte del programa "Bebedero de Bienestar", impulsado para fomentar el derecho al agua potable en espacios abiertos y proyectar una mejor imagen de la ciudad ante visitantes. Sin embargo, tras su inauguración, ciudadanos y comerciantes han expresado opiniones divididas sobre su impacto y funcionamiento.
Para Eliza Ruiz, presidenta de la Unión de Comerciantes Madero, la instalación de este punto de hidratación representa una medida positiva para quienes trabajan y visitan el centro histórico y la franja turística. "Me pareció bien, porque es una buena imagen que se le da a la ciudad de La Paz. Van a poder tomar agua los perritos, también la gente que viene de fuera y los deportistas se van a beneficiar. A mí me parece algo beneficioso para poder compartir", expresó Ruiz.
Por otro lado, algunos usuarios se muestran cautelosos y reconocen que aún persiste desconfianza sobre la higiene de estos puntos. Jesús, turista proveniente de la Riviera Maya, comentó que preferiría no consumir agua de un bebedero público si no se garantiza su limpieza y mantenimiento constante. "Honestamente, por higiene nunca me doy el tiempo de probarla, al menos de que sea un lugar que ya conozca, que tenga medidas de higiene, sí lo haría; pero de otra manera es un poco difícil que beba agua de un bebedero así", señaló.
De acuerdo con información del OOMSAPAS La Paz, el agua que se suministra en este bebedero pasa por un proceso de filtración de cinco etapas: microfiltración, para eliminar sedimentos; bioprotección y nanoabsorción, que destruyen bacterias y virus; ultrafiltración; y finalmente, un proceso de mineralización con magnesio, que estabiliza el pH y mejora su sabor.
La directora del OOMSAPAS, Zulema Lazos, aseguró que esta tecnología cumple con altos estándares de calidad para garantizar agua apta para consumo humano. "Tiene filtros que le van a quitar mineralización. Algunos elementos también le van a quitar bacterias, bichos y esa turbiedad en dado caso que existiera", explicó.
Pese a estas medidas, expertos del sector salud insisten en la necesidad de monitorear de forma constante la calidad del agua. Para Efraín Torres, presidente del Colegio Médico de La Paz, es indispensable que la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) realice evaluaciones regulares que garanticen el cumplimiento de la NOM-127-SSA1-2021, que establece los límites permisibles de contaminantes para agua potable. "Estamos muy contentos, pero sí vigilantes de que la COEPRIS sea la encargada de evaluar la calidad del agua, que esté haciendo mediciones continuas y nos pueda decir que contamos con una calidad adecuada", puntualizó Torres.
Aunque la instalación del primer bebedero gratuito de agua potable marca un paso importante para democratizar el acceso al agua en espacios públicos de La Paz, su éxito dependerá de que se mantenga la supervisión sanitaria y se brinde confianza a la población sobre la calidad del líquido. Comerciantes, visitantes y autoridades coinciden en que cada gota debe cumplir con los estándares establecidos para asegurar un servicio útil, seguro y sostenible.