La minería en Baja California Sur, tanto a cielo abierto como subterránea, genera impactos ambientales y sociales significativos, por lo que los proyectos deben ajustarse estrictamente a la legislación vigente, advirtió el doctor Ernesto Ramos Velázquez, profesor investigador del departamento académico de Ciencias de la Tierra de la UABCS.
El especialista explicó que en el estado se realizan actividades mineras en zonas como San Juan de la Costa, Santa Rosalía e Isla San Marcos, donde se extraen minerales mediante técnicas subterráneas y a cielo abierto. Sin embargo, enfatizó que toda actividad minera está fuertemente regulada y no es compatible con áreas naturales protegidas, salvo en las zonas de amortiguamiento autorizadas por los programas de manejo correspondientes.
"El llamado, como siempre, es a las autoridades que se encargan de hacer cumplir la reglamentación y las leyes ambientales y ecológicas. Ellos tienen la última palabra, mientras nosotros hacemos observaciones y aportamos evidencia científica para apoyar la correcta aplicación de la normativa", señaló Ramos Velázquez.
El investigador hizo un llamado a las autoridades locales a aplicar correctamente la reglamentación y a trabajar de la mano con científicos para evitar decisiones precipitadas que puedan causar daños irreversibles.
Recordó que algunos proyectos mineros, como los de San Antonio y Valle Perdido, se encuentran actualmente en receso, por lo que reiteró que la minería responsable debe centrarse en cumplir la normativa, proteger los ecosistemas y garantizar la seguridad de las comunidades cercanas.