Millones sin salario y caos aéreo: el cierre que paraliza a EE.UU.
CDMX
Fecha: 30-10-2025
El cierre del Gobierno Federal de Estados Unidos se prolongará al menos hasta el 3 de noviembre, lo que sumará 34 días de parálisis administrativa, apenas uno menos que el récord histórico ocurrido durante la administración de Donald Trump, entre diciembre de 2018 y enero de 2019
La Cámara Alta suspendió sus trabajos este jueves a las 15:25 hora local y no retomará actividades hasta el lunes a las 15:00 , lo que impide avanzar en las negociaciones para aprobar un nuevo presupuesto.
El bloqueo político que mantiene al gobierno cerrado se debe a las condiciones que los demócratas exigen a los republicanos: extender los subsidios del programa sanitario Obamacare, que caducan a finales de este año.
Los analistas advierten que sin esa renovación, las primas médicas subirán de forma considerable en 2026, lo que ha convertido el tema en el principal obstáculo para alcanzar un acuerdo bipartidista
Empleados esenciales, pero sin salario
La parálisis afecta a más de 730 mil trabajadores federales, muchos de los cuales continúan desempeñando funciones consideradas esenciales -como los controladores aéreos- pero sin recibir salario hasta que se levante el cierre.
Crece la preocupación por posibles ausencias laborales en ese sector, que podrían generar un colapso del transporte aéreo.
No sería la primera vez: durante el cierre de 2018-2019, las bajas por enfermedad entre los controladores fueron decisivas para que ambas cámaras del Congreso alcanzaran finalmente un acuerdo
Riesgo social y presión económica
El 1 de noviembre se perfila como una fecha crítica. Ese día, varios estados prevén quedarse sin fondos para financiar los cupones alimentarios que benefician a más de 40 millones de personas.
Al mismo tiempo, se publicarán las nuevas tarifas del Obamacare, un factor que podría incrementar la presión política para resolver el impasse.
De no alcanzarse un entendimiento antes del lunes, el cierre superará el mes completo de inactividad, afectando no solo a los trabajadores federales, sino también a programas sociales, operaciones administrativas y la estabilidad política del país.
Por ahora, la reapertura del Gobierno sigue dependiendo de que republicanos y demócratas logren un terreno común entre la urgencia económica y las pugnas electorales que ya anticipan un cierre prolongado
