La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que este lunes sostendrá una reunión con la secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke Rollins, para abordar el cierre parcial de la frontera estadounidense al ganado procedente de México, medida que se mantiene desde hace casi un año debido a la plaga del gusano barrenador.
Durante su conferencia de prensa matutina, la mandataria explicó: "Sí, nos vamos a reunir a las 3 de la tarde. Ella tiene reuniones técnicas con la secretaria de Agricultura y solicitó una reunión conmigo". Sheinbaum detalló que el encuentro tiene como objetivo principal analizar la apertura de la frontera.
"Se trata de conocer de manera directa qué es lo que están planteando y también de nuestra parte decirle todo lo que hemos hecho y que consideramos importante que se abra la frontera para ellos y para nosotros", añadió la presidenta.
La visita de Rollins ocurre en un contexto de tensiones comerciales entre México y Estados Unidos, derivadas de la falta de acuerdo para reanudar las importaciones de ganado, congeladas parcialmente desde hace casi un año por un brote de la mosca del gusano barrenador en el sureste mexicano.

Las exportaciones de ganado desde México juegan un papel clave para la economía estadounidense. Durante décadas, el país ha promediado más de un millón de cabezas anuales, lo que representa aproximadamente 60?% de las importaciones de ganado en pie y alrededor del 3?% del hato nacional de Estados Unidos. Por ello, el cierre parcial de la frontera afecta directamente la oferta y los precios en ambos lados de la frontera.
Hasta ahora, la industria mexicana ha calculado pérdidas por 1,300 millones de dólares, según el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), debido a la interrupción del envío de al menos 650 mil cabezas de ganado hacia Estados Unidos. Estas pérdidas incluyen tanto el valor de los animales como los ingresos que generan los productores locales, desde ranchos pequeños hasta grandes empresas ganaderas.
El diálogo entre ambos gobiernos se da en el marco de las negociaciones más amplias de cooperación económica y agrícola dentro del T-MEC (Tratado México-Estados Unidos-Canadá). El objetivo es fortalecer las cadenas productivas y garantizar el libre comercio agroalimentario en la región, evitando que la plaga del gusano barrenador genere un impacto prolongado en los mercados y la producción ganadera.
Expertos señalan que la reapertura de la frontera es clave no solo para los ganaderos mexicanos, sino también para la industria estadounidense, que depende de importaciones estables de ganado para mantener la producción de carne y productos derivados. La reunión de hoy será un paso importante para definir los términos y medidas sanitarias necesarias que permitan restablecer el comercio bilateral.