Concepción y Diego madrugan para vender tradición y sabor invernal

Trabajo, tradición y sabor abrigan inviernos en Guasave

Guasave, Sinaloa.- Cada año, Concepción Ramírez Contreras y su esposo, Diego Elizondo Lozano, aprovechan la temporada invernal para ofrecer sus tradicionales productos: delicioso pinole, chocolate y avena caliente, sabores que ya forman parte del amanecer guasavense.

Hace más de 20 años, doña Concepción inició este noble oficio sobre el bulevar Luis Donaldo Colosio, en la parada de autobuses, con el apoyo de sus hijos y nietos. Tiempo después, su esposo se sumó al proyecto tras jubilarse, fortaleciendo un emprendimiento familiar que ha perdurado con el paso de los años.

¿Cómo inicia el día de trabajo?

La jornada comienza desde la una de la madrugada, cuando Concepción y Diego se levantan para preparar el pinole, el chocolate y la avena, para posteriormente instalar su puesto a partir de las cinco de la mañana.

Don Diego destacó que, para ellos como adultos mayores, este trabajo representa más que un ingreso económico, pues les permite mantenerse activos y con ánimo. Señaló que desde 2005, cuando iniciaron formalmente este emprendimiento, han conservado una clientela fiel que cada noviembre espera con entusiasmo el regreso de sus productos.

"Aquí estamos a las cinco o cinco y media de la mañana, dependiendo de la salida del producto. Todos los días, durante seis meses, es cuando trabajamos; ya cuando entra el tiempo de calor es cuando nos retiramos y nos vamos a invernar otros seis meses. Empezamos desde el 2 de noviembre y nos ha ido muy bien; incluso, cuando comenzamos y no hacía frío, pensamos que no íbamos a tener venta, pero afortunadamente los clientes que ya tenemos nos están apoyando con la venta", manifestó Diego Elizondo Lozano, comerciante de pinole, chocolate y avena en el bulevar Luis Donaldo Colosio.

La calidez en el servicio y el exquisito sabor casero hacen que los clientes acudan a disfrutar de una reconfortante avena caliente, un dulce chocolatito o el tradicional pinole, acompañado de un panecito caliente con mantequilla, ideal para comenzar el día. Sabores que, sin duda, conquistan el paladar y reconfortan el corazón durante la temporada invernal.

"Tenemos clientes desde el inicio; les ha gustado el producto y nos siguen apoyando consumiendo, y se los agradecemos mucho, pero sí tenemos clientes nuevos. Ella empezó sola; yo trabajé en el ayuntamiento y, después de que salí de ahí, me integré para hacer equipo con ella. Hace unos 10 años que me integré; ella vendía junto con mi hijo, pero ahorita ya somos los dos socios", mencionó el comerciante.