En México, seis de cada diez personas de la comunidad LGBT+ han sido víctimas de algún tipo de discriminación. Más de la mitad reporta haber sufrido expresiones de odio, agresiones físicas y acoso.
Hasta 2024, alrededor de cinco millones de personas en el país equivalentes al 5.1 % de la población mayor de 15 años se identificaron como parte de esta comunidad. Sin embargo, en pleno siglo XXI, expresarlo abiertamente sigue siendo una barrera que limita el acceso a derechos básicos como la educación, el empleo y la salud.
"A pesar de que vivimos en un siglo en donde es más común sigue habiendo mucho rechazo en el ámbito profesional en el que la rubrica debe ser más ética y de respeto" Katia Camacho
Katia Camacho, es una joven activista social y estudiante de psicología, quien actualmente lleva a cabo un estudio sobre el "estrés de minorías", un fenómeno que refleja la carga emocional que soportan los grupos históricamente marginados. Mediante campañas en redes sociales, busca sensibilizar a la ciudadanía y combatir los prejuicios que afectan a estas comunidades por no pertenecer a los parámetros tradicionales.
"Más que nada en etapas tempranas donde una persona está expresando su orientación , descubriendo su identidad y se le llega a tener un rechazo en la familia , en lo educativo y laboral tiene marcado en su cerebro que eso esta mal y el tener una orientación que no es aceptada lleva a tener confusiones en la identidad "
A pesar de todo, la comunidad LGBT+ en México continúa resistiendo, exigiendo espacios seguros y ejerciendo su derecho a existir con dignidad. El cambio social, aunque lento, está en marcha, impulsado por voces que se niegan a ser silenciadas.