Este lunes, los precios de los energéticos arrancaron la semana con un nuevo incremento, manteniendo altos los costos de productos y servicios, y afectando directamente el poder adquisitivo de los consumidores.
La gasolina continúa con precios elevados desde hace varias semanas. La gasolina regular se mantiene en un promedio de 23.99 pesos por litro, mientras que la premium alcanza hasta los 26.99 pesos por litro, sin señales claras de una reducción a corto plazo.
El diésel, esencial para el transporte de carga y público, también se mantiene al alza. Esta semana se ubica alrededor de los 26.73 pesos por litro, generando una fuerte presión sobre los transportistas. Sectores como el transporte público enfrentan dificultades para cubrir sus costos operativos, poniendo en riesgo su viabilidad.
El gas doméstico no ha quedado exento de estos incrementos. El cilindro de 30 kilogramos pasó de 625 a 628 pesos, lo que representa un golpe significativo para los hogares, especialmente para las familias de bajos ingresos.
Los aumentos en combustibles y gas no solo impactan directamente al consumidor, sino que también repercuten en la cadena de suministro de alimentos, productos básicos y servicios, contribuyendo a una inflación persistente que continúa afectando a los sectores más vulnerables.