GUASAVE, SINALOA.- Habitantes de la colonia Las Palmillas enfrentan una emergencia sanitaria sin atención efectiva: los derrames permanentes de aguas negras en la avenida Algondones se han convertido en un foco de infección que vulnera la salud y calidad de vida de la comunidad.
Vecinos y comerciantes reportan que el alcantarillado colapsado provoca una inundación constante de aguas residuales entre calles Cedros y Encinos, generando olores insoportables.
Habitantes como la señora Rosario Isabel Mascareño señalan que es insoportable vivir así con malos olores y que algunos negocios de comida han cerrado porque no llegan los comensales por la peste.
"No, no oiga, es de más, el domingo. Mi familia siempre viene a visitarme, los domingos nos reunimos aquí y no pudimos estar de la peste. Aquí la vecina vende cena en la noche y los comensales se le fueron porque no pueden estar por la peste. Y el vactor viene, pero viene y se pasea porque no destapan ni nada". Explicó la vecina con molestia.
La falta de respuestas consolida un ambiente de desesperanza y desconfianza gubernamental. En palabras de los afectados: "La salud no puede esperar, son aguas negras que contaminan a nuestras familias, es mas, con decirle que ni conozco a quien esta de presidente ahorita porque ni siquiera se viene a parar a este lugar". Concluyó la vecina afectada.
La colonia Las Palmillas exige más que promesas: demanda una solución estructural y permanente a los constantes derrames de aguas negras que ponen en riesgo la salud pública. El actual sistema de desazolve temporal ya no basta. La JUMAPAG y el Ayuntamiento de Guasave deben responder con acciones concretas, transparencia y compromiso real para garantizar un entorno digno y saludable para la ciudadanía.