El Consejo Empresarial Restaurantero de Los Mochis, a través de su presidente Enrique González, exigió al Ayuntamiento de Ahome actuar con firmeza y responsabilidad ante el crecimiento sin control del comercio informal, el cual afirma está afectando gravemente al sector formalmente establecido que cumple con todos los lineamientos legales, fiscales y sanitarios.
Denunció que puntos como Los Álamos, Walmart y diversas avenidas principales de la ciudad han sido prácticamente invadidos por puestos informales, sin que haya una estrategia clara de ordenamiento por parte del municipio. Aseguró que el ambulantaje en estas zonas ha llegado al punto de convertirse en una especie de "plazuela ambulante", donde no se respetan reglas de comercio, movilidad, salubridad ni competencia.
"Es una competencia desleal para los que sí estamos cumpliendo, además hay lugares que están llenos de puesto como en una verbena al aire libre, pasan los carros, la tierra y no hay quien regule esa parte", subrayó.
Además del impacto económico que esto representa para los comercios formales, señaló que el crecimiento del ambulantaje sin control genera un efecto dominó en el que más personas ven como normal abrir un puesto en cualquier esquina, sin permisos ni condiciones adecuadas, lo cual daña no solo a la economía local, sino también a la imagen urbana de la ciudad.
El líder restaurantero no se opuso al trabajo de los vendedores informales, pero sí demandó al Ayuntamiento que deje de tolerar la informalidad desorganizada y actúe con medidas concretas. Propuso que se establezca un programa de reubicación, acompañado de plazos de entre uno y tres meses para que los ambulantes migren a la formalidad, además de brindarles opciones reales de regularización sin afectar el derecho al trabajo.
"Debería haber un apoyo para que se formalicen y buscarles otro lugar porque eso da pie a que cualquiera que vea digan que pueden abrir un comercio en cualquier lugar, cuando en otros lugares tú necesitas un permiso de lo que vas a vender y que lo puedas hacer en un lugar bien establecido y que si es en la calle que la misma autoridad ponga un plazo de un mes a tres meses para pasar a la formalidad", puntualizó.
Finalmente, reiteró que no hay un rechazo al comercio informal per se, sino a la falta de regulación y voluntad política para ordenar el espacio público.