El cometa interestelar 3I/ATLAS, un visitante procedente de fuera del Sistema Solar, alcanzó este jueves su punto más cercano a la Tierra, en un evento que astrónomos de todo el mundo califican como "excepcional" por las posibilidades científicas que ofrece.
El cuerpo celeste, con un núcleo de entre 10 y 30 kilómetros de diámetro, se desplaza a una velocidad de 68 kilómetros por segundo y continuará su viaje por el espacio tras su breve paso por nuestro vecindario cósmico.
Aunque su cercanía ha despertado interés mundial, el cometa no representa ningún peligro para la Tierra. Su punto máximo de aproximación se estima en unos 270 millones de kilómetros, una distancia considerada completamente segura.
Se espera que alcance su perihelio (el punto más próximo al Sol) a unos 210 millones de kilómetros de la estrella, cerca de la órbita de Marte, momento en el que mostrará su mayor brillo y actividad, siendo visible únicamente mediante telescopios profesionales.

El descubrimiento de 3I/ATLAS se produjo el 1 de julio de 2025 por la red ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) en Chile. Su confirmación como el tercer objeto interestelar detectado (tras Oumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019) lo convierte en una oportunidad única para estudiar material que proviene de otro sistema estelar. Su órbita hiperbólica demuestra que no pertenece al Sistema Solar y que, tras su paso, retornará rápidamente al espacio interestelar.
El seguimiento del cometa es resultado de un esfuerzo internacional coordinado por la Agencia Espacial Europea (ESA), la NASA y la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), bajo la coordinación de Naciones Unidas. En esta campaña participan observatorios de todo el mundo, incluidos varios españoles como el Instituto de Astrofísica de Canarias, el Parque Astronómico del Montsec y el Observatorio La Cañada, entre otros.
La observación del 3I/ATLAS se realizará entre el 25 de noviembre de 2025 y el 27 de enero de 2026, periodo en el que se recopilarán datos sobre su composición, edad y posible origen galáctico. Según las primeras estimaciones, podría provenir de un sistema estelar formado varios miles de millones de años antes que el nuestro.
De acuerdo con el Ministerio español de Ciencia, Investigación y Universidades, el análisis de estos objetos es fundamental para entender los procesos de formación del cosmos. Los cometas interestelares contienen material primigenio de otros sistemas estelares y su estudio puede ofrecer pistas sobre el origen de los planetas, las estrellas y la diversidad química de la galaxia.
La NASA señaló que el 3I/ATLAS no sigue una trayectoria cerrada alrededor del Sol, lo que confirma su procedencia externa al Sistema Solar. Para la comunidad científica, su paso no solo representa un espectáculo astronómico, sino una oportunidad irrepetible para ampliar el conocimiento sobre cómo se formó el Universo y los mundos que existen más allá del nuestro. ?