Luego de que el gobierno federal anunciara una tregua arancelaria de 90 días de prórroga para evitar que Estados Unidos imponga aranceles del 30 por ciento a exportaciones no cubiertas por el T-MEC, hubo diversas reacciones políticas.
La oposición advirtió que el plazo debe asumirse como un respiro, no un triunfo. El coordinador del PRI en el Senado, Alejandro Moreno Cárdenas, urgió a construir una estrategia comercial sólida y a enfrentar los problemas estructurales que dañan la relación bilateral.
"México tiene 90 días para actuar con inteligencia y firmeza. La confianza se recupera con decisiones valientes, no con discursos. Hay que proteger a nuestros productores y también investigar la infiltración del crimen organizado en la política", indicó.
Mientras que por Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda coincidió en que la medida solo alivia temporalmente la presión sobre sectores clave:
"El acero, la industria automotriz y el jitomate siguen en riesgo. Necesitamos transparencia y visión de Estado; no basta con conversaciones entre funcionarios del Ejecutivo", indicó.
Mientras que la presidenta de Morena, Luisa María Alcalde, celebró la gestión presidencial:
"Gracias a su liderazgo e inteligencia, el Gobierno de México consiguió un plazo de 90 días para construir un acuerdo de largo plazo con Estados Unidos. Hasta ahora, México ha sido el país más beneficiado en la configuración de un nuevo orden comercial".
La prórroga se da luego de una llamada telefónica entre la presidenta Claudia Sheinbaum y Donald Trump este 31 de julio, en la que el mandatario estadounidense accedió a posponer el incremento arancelario programado para el 1 de agosto.
El canciller Juan Ramón de la Fuente calificó el resultado como "altamente satisfactorio", mientras que Marcelo Ebrard aseguró que México reforzará la cooperación en seguridad, migración y combate al narcotráfico como parte del entendimiento.