El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este jueves que su decisión de reanudar de inmediato las pruebas nucleares está enfocada en lograr la desnuclearización e incluir a China en las negociaciones de los tratados de no proliferación junto con Rusia.
"Me gustaría ver desnuclearización, porque tenemos muchas armas nucleares y Rusia ha sufrido. Rusia es la segunda y China la tercera y China se va a adelantar en cuatro o cinco años. Creo que la desescalada, lo que llamaría desnuclearización, sería una gran cosa. Algo de lo que estamos hablando con Rusia y queremos añadir a China si lo hacemos", indicó Trump a bordo del Air Force One, de regreso de Corea del Sur, donde se reunió con su homólogo chino, Xi Jinping.
Trump retomó un comentario publicado previamente en la red social Truth, donde afirmaba que Estados Unidos reanudaría pruebas nucleares "en bases de igualdad" con Moscú y Pekín, después de que Rusia realizara maniobras con sus fuerzas nucleares.
"Debido a los programas de pruebas de otros países, he dado instrucciones al Departamento de Guerra para que comience a probar nuestras armas nucleares en igualdad de condiciones. Ese proceso comenzará de inmediato", escribió.

Al ser cuestionado por periodistas sobre si estas pruebas podrían elevar el riesgo nuclear en el mundo, el mandatario minimizó la preocupación: "Los veo haciendo pruebas y me digo: si hacen pruebas, nosotros tendremos que hacerlas".
Estados Unidos realizó su última prueba nuclear en 1992, cuando el entonces presidente George Bush anunció una moratoria en ensayos subterráneos.
Desde entonces, el país ha limitado sus experimentos a misiles balísticos con capacidad nuclear y sistemas de defensa, aunque hace una semana el Comando Estratégico (USSTRATCOM) inició los ejercicios anuales Global Thunder, para simular la defensa estadounidense ante un ataque nuclear.
Los ensayos nucleares podrían reiniciarse con relativa facilidad en Nevada, donde se realizó el último ensayo subterráneo. En contraste, la última prueba de bomba nuclear de China fue en 1996, mientras que Rusia se ha limitado a probar sistemas capaces de transportar armas nucleares, sin detonar bombas atómicas.
El anuncio de Trump ocurre en un contexto delicado, ya que el tratado de no proliferación New START vence el próximo 4 de febrero y no existe una vía clara para reemplazarlo. Moscú abandonó los compromisos de verificación y monitoreo en 2023 y desde entonces ha declarado que cumplirá de manera voluntaria, siempre que Estados Unidos haga lo mismo.
Expertos internacionales consideran que la reanudación de pruebas nucleares por parte de Estados Unidos podría generar un efecto de carrera armamentista, aunque el gobierno estadounidense sostiene que su intención es equilibrar la capacidad frente a Rusia y China y avanzar en un proceso de desnuclearización global.