Vecinos de Paseo de los Manzanos lo perdieron todo por inundación

La calle Paseo de los Manzanos, en la colonia Lomas de Tabachines, en Zapopan, quedó convertida en una zona de desastre tras la inundación que se generó por la tormenta que cayó la tarde-noche del martes.

Poco después de que comenzó a llover, la corriente que bajó por el arroyo se desbordó, y convirtió las calles aledañas en verdaderos ríos.  La fuerza de la corriente fue de tal magnitud, que arrastró más de 30 vehículos quedaron completamente cubiertos por el agua, que subió más de 5 metros tanto en la vía pública como en el interior de las casas.

Los moradores tuvieron que subir a la azote para ponerse a salvo. "Allá al fondo rebasó cerca de los 4 metros y medio y aquí en la casa tapó, son 80 más 4 y medio cerca de los 5 metros y medio y pues nosotros salirnos, este sacarlo lo que es viviente ya fuera de ahí lo material pues va y viene", así narró Esteban Camarena.

La mañana de este miércoles la calle Paseo de los Manzanos lucía llena de lodo, vehículos arrastrados por el agua y parados sobre postes, muebles, refrigeradores, camas y colchones, que quedaron bajo el agua y se echaron a perder.

Las personas afectadas, así como trabajadores del Ayuntamiento de Zapopan, Protección Civil, de la Guardia Nacional y el Ejército trabajan a marchas forzadas con maquinaria en la limpieza de las casas y la vía pública. "Pues nos subimos todos y dejamos nada, no pudimos agarrar nada, todo totalmente. Pues no, ahorita andamos ahí queriendo a ver qué, a ver qué nos sirve de lo que hay aquí. Sí, pero fue todo, pérdida total de todo", detalló María del Rosario.

María Sanjuana perdió su casa que está en la parte más baja de la calle. En este punto el agua subió más de 5 metros y su vivienda quedó completamente inundada e inhabitable. "Vinieron y pusieron el acordonamiento y no, nomás vino y lo pusieron, pero no nos dijeron nada. Pues no sé, es lo que no sé, oiga, no tengo a dónde irme. Yo desde niña he vivido aquí, aquí crecieron mis hijos, aquí nacieron todos. Y no, la verdad, no tengo a dónde irme", narró la afectada.