La Nueva Escuela Mexicana es un enfoque educativo que prioriza la inclusión, la equidad y la justicia social, y busca transformar las prácticas educativas para garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a una educación de calidad. De acuerdo a un dato de la UNESCO del 2003, en el mundo, y principalmente en México, las personas con discapacidad regularmente veían limitado su acceso a la educación por diversos factores: porque la provisión de servicios educativos no era pertinente, porque estaban limitados físicamente debido a que su entorno no facilita el acceso y el transporte a las escuelas, o por factores de discriminación. La Nueva Escuela Mexicana (NEM) prioriza la inclusión educativa como un proceso de transformación social que busca garantizar el acceso, la participación y el aprendizaje de todos los estudiantes, especialmente aquellos en situación de vulnerabilidad o exclusión. Inclusión es una palabra que se ha puesto de moda sobre todo en los discursos políticos, pero en la practica es donde se queda debiendo. De acuerdo a un informe de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu 2023), había 343 mil niñas, niños y adolescentes con discapacidad que no sabían leer ni escribir, es decir, el 15.2 por ciento de la población con discapacidad en edad escolar era analfabeta en pleno siglo XXI. La implementación efectiva de la política de inclusión educativa requiere superar barreras normativas, organizativas, pedagógicas y culturales. Las carencias son demasiadas, desde la infraestrutura hasta el personal especializados en algunos casos. Se esta trabajando con lo que se tiene, pero también hay demanda y siguen niños y niñas con discapacidad sin poder asistir a estos centros de atención múltiple.