Entre la confianza y el engaño; Abuelitos el blanco de la inseguridad en Sonora

Por muchos años, Don Oscar se ha trasladado a los bancos en Navojoa mes con mes para cobrar el pago de su pensión, sin embargo últimamente ha detectado una situación particular, personas extrañas ofreciendo ayuda a la gente mayor...Una supuesta ayuda que no es solicitada, lo alarmante es que a muchos de sus amigos ya les han robado su pensión.

"Muchas personas extrañas se acercan en los bancos, hay policías pero no siempre", describió el angustiado adulto mayor.

Este engaño ya les ha dado resultado a los delincuentes, pero los abuelitos han decidido no quedarse callados, ante seguridad pública hay por lo menos 3 reportes. El modus operandi es el siguiente, estos sujetos se aprovechan de que van solos a los bancos para envolverlos con engaños y dejarlos sin nada, el impacto más fuerte se presenta con los bancos del Bienestar.

"Sobretodo las extorsiones a adultos mayores, ya tenemos el dato que tres adultos mayores les han quitado su pensión, con engaños", explicó Lázaro Parra Portillo, titular de Seguridad Pública en Navojoa.

Por lo menos en tres periodos del año se ha detectado está incidencia delictiva hacia el adulto mayor...Navojoa y Cajeme entre las ciudades con mayor impacto.

Pero la realidad va más allá cuando hablamos de que en México, un total de 4.3 millones de adultos mayores viven solos, en Sonora el dato refleja que hay más de 100 mil, una condición que los hace un potencial blanco para la delincuencia.

Uno de cada cinco abuelitos ha sido víctima de fraude o extorsión, pero el 70% de ellos no llega a presentar su denuncia por miedo o desinformación.

Otro dato que impresiona es que entre 2021 y 2025, el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia recibió 341 solicitudes de apoyo relacionadas con despojos a abuelitos, el tema es que sólo el 9% de los casos fue por personas externas, el resto se trata de los mismos familiares.

Mientras esto sucede, las autoridades insisten en reforzar la prevención y pedir apoyo al mínimo indicio de sospecha, pero en las calles la realidad avanza más rápido. La urgencia ahora es clara: proteger a quienes, tras toda una vida de trabajo, no tendrían por qué enfrentar el miedo de perderlo todo en minutos.