A más de dos meses de haber instalado un plantón frente a la Coordinación Regional del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), integrantes de la Asamblea de Unidad del Pueblo Yoreme no claudicarán en su exigencia por una verdadera representación indígena y la restitución territorial.
Indalecio Alcántar Neyoy, coordinador de Consejeros Tribales, declaró que el movimiento no busca protagonismos, sino justicia, denunció que el actual esquema de representación, encabezado por gobernadores tradicionales, ha dejado de lado la autonomía indígena para alinearse con los intereses gubernamentales.
"El pueblo está siendo desplazado por estructuras que ya no lo representan. Nosotros, desde la estructura tribal y la Asamblea, decimos: queremos decidir nuestro futuro con voz propia", expresó.
Desde el pasado 14 de mayo, la protesta pacífica ha servido de espacio para el diálogo comunitario, donde hombres, mujeres y jóvenes yoremes reflexionan sobre los pendientes históricos que arrastra el llamado Plan de Justicia del Pueblo Mayo.
Los representantes tribales criticaron que la restitución de tierras uno de los puntos clave del plan presentado por el Gobierno Federal en 2022 haya sido diluida en trámites burocráticos, enfocándose en terrenos nacionales y dejando fuera las tierras que históricamente pertenecieron a las comunidades.
Además, señalaron que la lucha actual también busca reivindicar el derecho del pueblo yoreme a ser consultado de manera real y no simbólica.
Exigen que la definición de los polígonos a restituir se haga con participación directa y decisión comunitaria, parcela por parcela.
Los manifestantes aseguraron que permanecerán en plantón el tiempo que sea necesario y adelantaron que buscan ampliar la interlocución con organismos nacionales e internacionales de derechos indígenas.
El campamento frente al INPI se ha convertido en un símbolo de resistencia y dignidad para las comunidades yoremes del sur de Sonora.