El descontento ciudadano va en aumento en Navojoa, donde habitantes de distintas colonias denuncian prácticas autoritarias por parte del Ayuntamiento, al recibir requerimientos de pago del impuesto predial con cobros hasta cuatro veces mayores que en años anteriores, además de advertencias de sanciones con intereses.
Vecinos de la colonia Indeur, una de las más afectadas, aseguran que pasaron de pagar un monto fijo de 2 mil pesos al año, a ser requeridos ahora por hasta 8 mil pesos, sin previo aviso ni explicación clara sobre el aumento, Julio Salvatierra, del movimiento familiar de no a la alza del predial, expresó su rechazo:
"No es cierto que el aumento sería para ciertos sectores. A todos nos subieron, y de manera arbitraria."
Salvatierra recomendó a los ciudadanos buscar amparos legales ante estos cobros excesivos y se dijo dispuesto a negociar una reducción justa al impuesto, pero lamentó la falta de apertura del gobierno municipal.
A esta problemática se suma el alza del 100% en las tarifas de agua potable, sin que los usuarios perciban mejoras, por el contrario, denuncian que el suministro ha disminuido drásticamente, y que, irónicamente, les cortan el servicio incluso cuando no hay agua en las tuberías.
"No hay congruencia. Nos cobran más y ni siquiera hay obra pública o maquinaria trabajando para mejorar el servicio", señaló Salvatierra.
Los inconformes afirman haber solicitado audiencias con el presidente municipal, regidores, diputados locales y federales, pero sin respuesta. Incluso aseguran que han entregado solicitudes directamente al gobernador en dos ocasiones, sin obtener respuesta.
Ante la cerrazón local y estatal, los vecinos ya planean viajar a la Ciudad de México para buscar una audiencia con autoridades federales. "Estamos regidos por un gobierno que no ve, no escucha y que no habla", expresó Salvatierra con indignación.
El movimiento familiar de "No al alza del predial" está tomando fuerza y sosteniendo reuniones constantes en distintas colonias afectadas por los aumentos tanto del predial como del agua potable.
Los vecinos relatan que hay lamento y desesperación por el impacto económico de estos cobros injustificados, sumado a la amenaza constante de cortes del servicio, sin que el gobierno dé la cara ni soluciones.
La lucha sigue, aseguran, porque cobrar más por menos, es una forma de abuso que no están dispuestos a aceptar.