El proyecto de Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar, una de las principales iniciativas del Plan México, ha dado un paso decisivo con la firma de una carta de intención por parte de 14 gobernadores estatales
Estas firmas marcan el inicio formal de los primeros 15 polos, que buscan transformar regiones estratégicas del país en motores de crecimiento económico y generación de empleo
La estrategia central de estos polos es atraer inversiones privadas mediante incentivos fiscales robustos. Las empresas que se establezcan en estas zonas podrán deducir el total de sus inversiones en activos fijos, además de obtener deducciones adicionales del 25% en programas de capacitación y otro 25% en proyectos de investigación y desarrollo.
Estas medidas, según explicó el Secretario de Economía, Marcelo Ebrard, representan un estímulo fiscal sin precedentes, diseñado para facilitar la llegada de nuevas empresas y fortalecer la economía regional.
Los sectores que se beneficiarán de esta iniciativa son variados y abarcan desde la agroindustria, la industria aeroespacial, automotriz y de electromovilidad, hasta la farmacéutica, dispositivos médicos, bienes de consumo, electrónica, semiconductores, energía, química, petroquímica, textil, calzado y proyectos vinculados a la economía circular.
La selección de estos sectores responde a la intención de diversificar la economía y aprovechar las ventajas competitivas de cada región
El gobierno federal ha fijado metas ambiciosas para esta primera etapa: se espera la creación de 300 mil empleos directos y una inversión equivalente al 1.5% del Producto Interno Bruto durante el actual sexenio.
Para alcanzar estos objetivos, los gobiernos estatales ya han comenzado los procesos de licitación, con la expectativa de que las primeras adjudicaciones y la instalación de empresas inicien en agosto.
Cada polo ha sido seleccionado por su nivel de avance en planeación y por contar con infraestructura suficiente para arrancar operaciones de inmediato.
Por ejemplo, en Veracruz, el polo se ubicará en 233 hectáreas del puerto de Tuxpan, un punto estratégico por su proximidad a la Ciudad de México y su conexión con Europa y Estados Unidos. En Tamaulipas, Altamira fue elegido por su infraestructura ferroviaria y acceso directo al mercado estadounidense.
Otros polos destacados incluyen Huamantla en Tlaxcala, Hermosillo en Sonora -donde se impulsará la electromovilidad- y Chetumal en Quintana Roo, que aprovechará su ubicación para fortalecer el comercio internacional
El Estado de México destinará 800 millones de pesos al polo del oriente del Valle de México, mientras que Sinaloa, Guanajuato, Puebla, Chihuahua, Michoacán, Campeche, Hidalgo y Durango también han definido ubicaciones estratégicas para sus respectivos polos, cada uno con un enfoque sectorial acorde a sus fortalezas regionales.
Los mandatarios han destacado la oportunidad que representan los polos para dinamizar las economías locales, atraer inversiones nacionales y extranjeras, y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Además, la coordinación entre los distintos niveles de gobierno y el sector privado será fundamental para asegurar el éxito de esta iniciativa, que busca sentar las bases para un desarrollo más equilibrado y sostenible en México.