12 de junio: Día Mundial contra el Trabajo Infantil
En México, más de 3.7 millones de menores realizan actividades laborales no permitidas o peligrosas
Cada 12 de junio se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, una fecha establecida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para visibilizar una problemática que persiste en millones de hogares del mundo: la incorporación de niñas, niños y adolescentes a actividades laborales que vulneran sus derechos, afectan su salud y limitan su acceso a la educación.
En el caso de México, los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2022, publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), revelan que 3.7 millones de niñas, niños y adolescentes entre 5 y 17 años se encontraban en situación de trabajo infantil, lo que representa el 13.1 % de esa población.
De ellos, el 48.6 % realizaba ocupaciones no permitidas, el 42.9 % se dedicaba a quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas, y un 8.5 % combinaba ambos tipos de actividades.
El informe detalla también que el 60.2 % de quienes trabajan son niños y el 39.8 %, niñas. Por grupo de edad, el sector más afectado es el de 15 a 17 años, con el 48.9 % del total, seguido por los de 10 a 14 años (40.4 %) y finalmente los más pequeños, de 5 a 9 años (10.8 %).
Aunque en términos absolutos hay más niños que niñas trabajando, la proporción de niñas trabajadoras es mayor en los grupos de menor edad. En el caso de las niñas, el 12.5 % tenía entre 5 y 9 años, el 42.0 % entre 10 y 14, y el 45.5 % entre 15 y 17. Para los niños, el 51.0 % estaba en el grupo de mayor edad, mientras que el 39.3 % tenía entre 10 y 14 años, y solo el 9.6 % entre 5 y 9.
En cuanto al entorno familiar, más de la mitad (53.5 %) de los menores en situación de trabajo infantil viven en hogares formados por una pareja con hijos, el 13.4 % con un solo padre o madre, y el 33.0 % en hogares extendidos, conformados por madre, padre, hermanos u otras personas.
A pesar de las campañas y marcos legales existentes para erradicar el trabajo infantil, estas cifras reflejan que sigue siendo una realidad arraigada, especialmente en contextos de pobreza y desigualdad. Desde organismos internacionales hasta autoridades nacionales, se insiste en la necesidad de fortalecer políticas públicas que garanticen el derecho de la niñez a vivir, estudiar y desarrollarse en condiciones dignas y libres de explotación.
