“La democracia no puede ser un laboratorio” Braulio Guerra

En el marco de la jornada nacional para consultar a la ciudadanía sobre temas del Poder Judicial, el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia de Querétaro, Braulio Guerra Urbiola, llamó a fortalecer al sistema de justicia en México con mayor presupuesto, personal y herramientas. Además, subrayó que ejercer el voto es un deber constitucional.

"Yo asisto como un ciudadano que observa la Constitución. El artículo 36 dice que es una obligación de los mexicanos votar en las elecciones", afirmó, tras señalar que esta disposición ha permanecido vigente desde la Carta Magna de 1917.

Recordó que se necesitan mejorar áreas de oportunidad; desde su perspectiva, el proceso de selección de jueces y magistrados debe enfocarse en que las personas que lleguen a los tribunales sean capaces, conocedoras del derecho, íntegras y confiables.

"La justicia no se siente hasta que estás sentado en un juzgado. Necesitas saber que ese juez es honesto y sabe resolver un problema de custodia, de contrato o incluso penal (...) La ONU recomienda 18 jueces por cada 100 mil habitantes. En Querétaro tenemos 3.8. Hay una carga de trabajo muy alta y un estado emocional fuerte en quienes laboran en el sistema judicial", advirtió.

El magistrado reconoció que existen dudas e interrogantes entre la ciudadanía respecto al proceso, pero consideró que eso no debería ser impedimento para ejercer este derecho.

"Soy muy respetuoso de quienes deciden no votar, pero el hecho de que no haya sanción no significa que no sea una obligación", apuntó, al tiempo que comparó con países donde sí existen consecuencias legales por abstenerse, como multas o restricciones administrativas.

Sobre el ejercicio mismo, advirtió que no puede tratarse como un experimento.

"La democracia no puede ser un laboratorio. Tenemos que abonar todos a que los derechos de los ciudadanos se ejerzan con certidumbre, de forma ágil, comprensible y transparente".

Por último, subrayó que el éxito del proceso no se medirá por el número de votantes, sino por la calidad de las personas que lleguen a impartir justicia.

"El resultado no está en cuántos salieron a votar, sino en cómo se comportarán quienes ocupen esos cargos. Ahí es donde sabremos si este país puede responder al reclamo histórico de justicia".