La tarde del 12 de septiembre del 2000, una explosión en la empresa Tekchem, dedicada a la producción de plaguicidas, lanzó una nube de químicos tóxicos sobre varias colonias de Salamanca, incluyendo San Juan de la Presa. Isabel, vecina de esta colonia, vivió aquel día de terror junto a su familia.
El relato de Isabel
Isabel recordó que alrededor de las 6 y 7 de la tarde, un fuerte estruendo sacudió la zona, seguido de una lluvia de agentes contaminantes que caían del cielo. La explosión de químicos e insecticidas provocó no solo daños inmediatos, sino que también ha tenido consecuencias a largo plazo en la salud de los afectados.
Consecuencias para la salud
La explosión liberó químicos tóxicos, como el parathion, que afectaron a cientos de personas. Años después, muchos sobrevivientes, incluyendo Isabel, han desarrollado enfermedades graves, como cáncer y otras patologías degenerativas.