Durante el mes de junio, se registró la caída de dos menores al río Lerma, un hecho que generó gran conmoción en la comunidad local. En respuesta, diversos grupos ciudadanos decidieron organizarse voluntariamente para realizar labores de búsqueda y rescate. Sin embargo, esta acción, impulsada por la buena voluntad, genero preocupación entre autoridades especializadas.
El presidente del patronato de la Cruz Roja señaló que, aunque la iniciativa de ayudar es valiosa, el rescate en cuerpos de agua requiere más que solo disposición. Pues no basta con tener voluntad; se necesita personal capacitado y certificado para llevar a cabo estas labores con seguridad y eficacia.De acuerdo con el directivo, la intervención de personas no entrenadas en situaciones de emergencia podría agravar los riesgos tanto para las víctimas como para los propios voluntarios; ya que los accidentes, los rescates y cualquier tipo de siniestro implican peligros reales, aventurarse sin conocimientos técnicos podría ser contraproducente.
La Cruz Roja hizo un llamado a la ciudadanía para que, en caso de emergencias, se canalice la ayuda a través de las instituciones oficiales y se priorice la capacitación para quienes deseen participar en este tipo de tareas. Asimismo, reiteró la importancia de la coordinación con cuerpos de rescate profesionales para evitar que una tragedia se convierta en una situación aún más lamentable.