El gobierno de China lanzó una nueva advertencia sobre los "riesgos significativos para la seguridad nacional" que representa el uso descontrolado de la inteligencia artificial (IA), al tiempo que refuerza sus medidas regulatorias para supervisar el desarrollo de esta tecnología.
Durante una conferencia organizada por la Administración del Ciberespacio de China (CAC), altos funcionarios del Partido Comunista expresaron su preocupación por la rápida expansión de los modelos de lenguaje, la IA generativa y su posible uso en la difusión de información falsa, manipulación de la opinión pública y amenazas a infraestructuras críticas.
"La inteligencia artificial representa una herramienta poderosa para el desarrollo económico y social, pero también conlleva riesgos que no pueden ser ignorados", declaró un portavoz de la CAC. "Debemos garantizar que la IA opere dentro de un marco regulatorio sólido que priorice la seguridad nacional, la estabilidad social y los valores fundamentales del socialismo".
El anuncio se produce en un contexto de creciente competencia tecnológica global, especialmente entre China y Estados Unidos, donde empresas como OpenAI, Google y Microsoft lideran el desarrollo de modelos de IA avanzados. China, que busca mantener su posición como potencia tecnológica, también ha impulsado sus propias plataformas de IA, pero insiste en mantener un control estricto sobre su uso y difusión.
En los últimos meses, Pekín ha endurecido las normativas sobre plataformas tecnológicas, exigiendo a las empresas que registren sus sistemas de IA ante las autoridades, pasen revisiones de seguridad y eviten generar contenido considerado "sensible" o "desestabilizador".
Analistas internacionales señalan que esta postura refleja tanto una preocupación legítima por los riesgos asociados a la IA como la pérdida de control, los sesgos algorítmicos o el uso militar como el interés del Estado en mantener el control sobre la información y limitar su uso como herramienta de disidencia.
Mientras tanto, organizaciones defensoras de los derechos humanos han advertido que las restricciones podrían usarse para sofocar la libertad de expresión y reforzar la vigilancia estatal, en un país donde la censura en línea ya está ampliamente instaurada.
China ha instado a la comunidad internacional a establecer normas globales sobre el desarrollo y la gobernanza de la inteligencia artificial, subrayando la necesidad de cooperación multilateral para prevenir abusos y garantizar que la IA beneficie a la humanidad.
La advertencia de China se suma a un coro creciente de voces en todo el mundo que llaman a una regulación responsable de la inteligencia artificial, en medio de temores por su uso en armas autónomas, espionaje masivo, y la alteración del orden social.