Cierre de CIBanco no pone en riesgo sistema financiero mexicano

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó este martes que la disolución de CIBanco, tras el señalamiento del Departamento del Tesoro de Estados Unidos por presunto lavado de dinero vinculado al crimen organizado, "no ha afectado en lo más mínimo" la estabilidad de la banca mexicana, tanto a nivel nacional como internacional.

Durante su comparecencia matinal, Sheinbaum explicó que el sistema financiero no se vio comprometido gracias a la intervención oportuna de la Secretaría de Hacienda, en coordinación con los dueños de los bancos y la casa de valores que conformaban CIBanco, quienes tomaron la decisión de vender algunos de sus activos.

La mandataria detalló que la acción del Departamento del Tesoro podría haber generado inestabilidad en el sistema financiero mexicano, por lo que la Secretaría de Hacienda decidió intervenir para evitar la salida de capitales y proteger a los cuentahabientes y fideicomisos relacionados con el banco.

Sheinbaum enfatizó que la decisión estadounidense "no fue acompañada" por las autoridades mexicanas debido a la falta de evidencia suficiente. "No nos enviaron documentación ni pruebas suficientes", señaló, agregando que las auditorías de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) identificaron problemas administrativos, pero no encontraron indicios de lavado de dinero.

La presidenta reiteró que México ha solicitado de manera constante, tanto por escrito como verbalmente, que cualquier acción que pudiera afectar al sistema financiero o a personas específicas deba basarse en pruebas claras y verificables.

El pasado viernes, la CNBV revocó la autorización de CIBanco para operar como institución financiera. Este mismo día comenzó el proceso de liquidación del banco, con la aprobación del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) para proceder al pago de las obligaciones garantizadas a los clientes.

Sheinbaum insistió en que, gracias a estas medidas, no se ha registrado ninguna afectación a la confianza en la banca mexicana, y que las operaciones del sector se mantienen estables mientras se concluye la liquidación de CIBanco.

Con estas acciones, las autoridades buscan garantizar la protección del ahorro de los ciudadanos y mantener la estabilidad del sistema financiero frente a decisiones externas que podrían generar incertidumbre en el país.