La reforestación es una de las acciones más efectivas para contrarrestar los efectos del cambio climático, mejorar la calidad del aire y restaurar los ecosistemas urbanos. En ciudades como Salamanca, la cobertura vegetal urbana se ha reducido en un 18% en la última década, (Fuente: Secretaría del Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial de Guanajuato (SMAOT)).
Plantar un árbol en temporada de lluvias es el mejor momento ya que los árboles plantados en época de lluvias tienen hasta un 70% más de probabilidades de sobrevivir en comparación con los sembrados en temporada seca. La humedad constante del suelo y las temperaturas más frescas favorecen el enraizamiento, reduciendo la necesidad de riego y mantenimiento intensivo.
En Salamanca serán sembrados 500 árboles de pirul (Schinus molle), una especie endémica de la región ideal para avenidas, bulevares y camellones por su crecimiento rápido, sombra generosa y escaso requerimiento hídrico. Además, actúa como barrera natural contra el polvo y ayuda a disminuir el efecto de "islas de calor" en zonas urbanizadas.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda que las ciudades cuenten con al menos 9 metros cuadrados de área verde por habitante. En Salamanca, la cifra actual es de apenas 4.6 metros cuadrados por persona, lo que hace aún más relevante la implementación de proyectos de reforestación.
Con estas acciones, Salamanca no solo suma árboles, sino que apuesta por un entorno más saludable, equilibrado y sostenible para las futuras generaciones.