La salud, es una de las principales carencias del estado de Oaxaca, y que año con año, aumenta drásticamente; la más reciente medición de la pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), reveló que la falta de acceso a servicios de salud, pasó de afectar a 16.3% de su población en 2018 a 65.7% en 2022, o bien, de 650 mil a 2.8 millones de habitantes, un aumento de casi el 50% en 4 años, datos oficiales que relevan un panorama alarmante.
Al cierre del 2022, el programa IMSS-BIENESTAR, detectó que en Oaxaca se tiene un déficit de personal que se necesita para cubrir todos los turnos, de 5 mil 626 profesionales de salud, de los cuales 927 son médicas y médicos generales, 822 especialistas, 3 mil 656 de enfermería y 221 paramédicos.
Así como un déficit en las unidades de primer nivel, de 13 mil 573 equipos que van desde esterilizadores de vapor, estuches de diagnóstico y refrigeradores para vacunas, mientras que en el Segundo Nivel el déficit es de 8 mil 788 equipos como tomografía, Rayos X, mastógrafos, esterilizadores de vapor y ventiladores.
El estado, solo cuenta con 18 Hospitales Comunitarios, 14 hospitales generales y 3 con especialidades, para la atención de 2 millones 247 mil 35 habitantes sin derechohabiencia, los cuales se ayudan de mil 998 casas de salud, 739 centros de salud, 13 con Servicios Ampliados (CESSA).
En medio de estas estrategias cambiantes del Gobierno Federal, las cuales prometen garantizar la salud, los oaxaqueños se mantienen a la espera de la atención, pues el déficit en el personal especializado no se ha solucionado, la falta de medicamentos es una constante, sin mencionar las horas o todo tipo de tretas que tiene que hacer un ciudadano para que pueda recibir la atención en salud, que, por cierto, es un derecho humano fundamental.