La doctora Merced Núñez Armengol, profesional aliada de Alcohólicos Anónimos alerta que en Oaxaca 35 de cada 100 personas padecen adicción al alcohol, una enfermedad crónica que exige tratamiento continuo. Según la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT 2024), entre adolescentes de 12 a 17 años, el consumo diario alcanza 3.8 % en hombres frente a 1.6 % en mujeres, mientras que el uso consuetudinario es de 2.3 % para ambos sexos. En promedio, cada oaxaqueño consume 3.584 litros al año, con 4.206 litros en hombres y 3.034 en mujeres.
Este año, Oaxaca fue sede del XXXVII Congreso Región Sur-Poniente de Alcohólicos Anónimos, que reunió a más de 11 mil miembros de Oaxaca, Puebla, Morelos, Guerrero y Veracruz para apoyar la sobriedad y la recuperación.
Y es que, en materia de mortalidad, el estado registra 6 defunciones por cada 100 mil habitantes atribuibles al alcohol, casi el triple de la tasa nacional. El INEGI reporta que las muertes por enfermedades hepáticas asociadas al consumo excesivo de alcohol se concentran sobre todo en adultos de 45 a 64 años.
El impacto en la salud pública se refleja en que el alcohol es factor causal en más de 200 enfermedades y trastornos, desde cirrosis y cáncer hasta afecciones cardiovasculares y mentales. A nivel global, el 5.1 % de la carga de morbilidad y lesiones se atribuye al consumo nocivo de alcohol, y aunque en México la dependencia afecta al 2.5 % de los adultos, en Oaxaca triplica esa cifra.
El peso económico también es grave: la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones verá recortado su presupuesto en 2025 en 15.2 %, justo cuando la demanda de servicios crece, lo que amenaza la atención de más de 10 mil personas que buscan ayuda cada mes. En el estado, este gasto recae principalmente en el sistema de salud pública, donde el alcohol concentra buena parte de las hospitalizaciones por sustancias psicoactivas.