San Antonio de la Cal volvió a ser escenario de una asamblea comunitaria marcada por el descontento ciudadano. Lo que debía ser una reunión ordinaria se transformó en reclamos y protestas contra el presidente municipal, Porfirio Santos Matías, quien intentó reelegirse sin el respaldo de la mayoría.
Entre gritos y consignas, los asistentes lo acusaron de buscar imponer su permanencia en el cargo, lo que derivó en un ambiente de tensión y en la cancelación del encuentro sin llegar a acuerdos.
Durante la reunión, los habitantes lo señalaron por irregularidades en la organización de la asamblea y por intentar manipular la estructura municipal, además de responsabilizarlo de actuar con apoyo de grupos de choque y policías locales.
La oposición ciudadana se hizo evidente cuando la comunidad frenó la reelección y lo acusó de corrupción, desvío de recursos y de utilizar su posición para proteger intereses personales antes que los de la población.
Las críticas no solo provienen de la ciudadanía. Dominga Santiago Martínez, síndica municipal, lo denunció por discriminación, abuso de poder y violencia política de género.
Señaló que el edil ha menospreciado a la autoridad comunitaria, cancelado eventos de importancia social y negado respaldo a festividades que forman parte de la identidad de San Antonio de la Cal, como la Feria de las Tlayudas.
Vecinos también lo vinculan con prácticas de desvío de dinero mediante empresas que habrían operado en otros municipios bajo esquemas similares, disfrazando gastos en actividades inexistentes.
Ante el rechazo contundente, la comunidad analiza convocar a una nueva asamblea en los próximos días, con el propósito de reforzar que la toma de decisiones corresponde al pueblo y no a imposiciones externas.