La violencia volvió a sacudir la región del Istmo este martes, cuando un sujeto armado a bordo de una motocicleta disparó contra la fachada de una sucursal de motocicletas BAJAJ, ubicada sobre la carretera Juchitán-Espinal. Afortunadamente, no se reportaron personas lesionadas.
En el lugar del ataque fueron encontrados al menos seis casquillos percutidos, mientras que elementos de seguridad aseguraron la zona para realizar las diligencias correspondientes. Según versiones extraoficiales, dos días antes del ataque los encargados del negocio habrían recibido una nota con amenazas para exigir el pago de derecho de piso.
Pese a la presencia de un operativo conjunto entre fuerzas estatales, federales y municipales, este atentado refleja la creciente actividad del crimen organizado en la zona.
La indignación entre la ciudadanía se ha hecho sentir, no solo por la impunidad del hecho, sino por acusaciones directas contra el mando regional de la Policía Estatal Preventiva, Viliulfo Santiago José, a quien señalan de presuntos vínculos con grupos criminales.
Habitantes de Juchitán han comenzado a organizarse para exigir la salida de funcionarios involucrados en actos de corrupción, y advierten posibles movilizaciones en los próximos días como medida de presión ante la creciente inseguridad.