En Oaxaca, los Juzgados Familiares enfrentan una crisis de eficiencia. Entre 2024 y el primer trimestre de 2025, de 185 juicios de divorcio iniciados, hay muy pocos concluidos, esto tiene implicaciones en los gastos legales, problemas con la pensión alimenticia, y demora en la división de bienes cuando así lo amerita, entre otros.
Durante ese mismo periodo, de 1,314 divorcios incausados que son aquellos que no requieren justificación, apenas 11 llegaron a término. Además, que 742 solicitudes de pensiones alimenticias, siguen sin resolverse.
Según el Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE), el rezago en casos familiares alcanza el 70 por ciento, con 13 mil 179 asuntos ingresados y solo 3 mil 996 concluidos. En comparación, la materia mercantil presenta un rezago en porcentaje de 80, y la civil del 76 por ciento.
Pese a los esfuerzos del Poder Judicial de Oaxaca y la creación de nuevos juzgados familiares, el panorama es adverso pues la falta de presupuesto para infraestructura, personal y capacitación puede dificultar la eficiencia y la calidad de los servicios judiciales.
Además de la carga de trabajo que sigue siendo abrumadora, defensores públicos adscritas a los Juzgados Civiles y Familiares del Centro atienden entre 10 y 15 demandas diarias, principalmente por pensión alimenticia y guarda y custodia de menores. Cada abogado lleva entre 150 y 200 asuntos, lo que refleja la alta demanda de servicios legales gratuitos. Donde los procesos se acumulan sin resolución y las familias quedan atrapadas en un limbo legal.